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"La destrucción del Santo Templo fue la peor desgracia que le ocurriera el pueblo Judío. Aunque hubo motivos coyunturales responsables de la destrucción de la Casa de D-os, esa desgracia ya fue determinada y grabada en la historia unos mil años antes. El motivo: la difamación de la Tierra de Israel por parte de los espías enviados a la Tierra Santa. Al retornar de su misión, su informe generó el desconsuelo y el llanto de los Judíos frente a su destino. En lugar de alegrase con la buena fortuna que D-os les estaba por otorgar, fueron disuadidos de entrar a la tierra. D-os dijo: 'Ustedes lloraron sin motivo. Vendrá un tiempo [en este día de Tisha b'Av] en que tendrán buenas razones para llorar' (Taanit 29a). Si los espías no hubiesen hablado en contra de la Tierra Santa, los Judíos habrían entrado al lugar de su herencia, sin dudarlo. Y de esta manera fueron la calumnia y el conflicto los responsables de la destrucción del Santo Templo (Likutey Halajot, Netilat Iadaim Li'Seuda 6:74)."
("CRUZANDO EL PUENTE ANGOSTO"; Página 168).-
