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"La alegría al realizar una mitzvá debe ser tal que sólo quieras cumplirla por sí misma y no meramente para recibir la recompensa en el Mundo que Viene. Querrás entonces que el Santo, bendito sea, te envíe otra mitzvá, la cual será la recompensa de la primera, pues tu alegría está en la misma mitzvá. Aquél que alcance este grado de alegría será capaz de conocer cuáles han sido los decretos emitidos en contra del mundo, podrá saber si estos decretos ya han sido sellados y contra quién se han levantado juicios. Con esto sabrá cómo orar por el mundo, pues luego de que el decreto ha sido sellado los Tzadikim deben investir sus plegarias en la forma de cuentos."
("CONSEJO"; 'ALEGRÍA'; Punto 2; Páginas 256 y 257)
