Tikún HaKlali


TIKÚN HAKLALÍ
 

Plegaria antes de recitar los Salmos:

 Sea Tu voluntad, Adonai, nuestro Dios y Dios de nuestros padres:
Quien escogió a David, Su servidor, y a sus descendientes tras él, y Quien escoge entre los cánticos y alabanzas. Por favor vuélvete misericordiosamente y acepta la lectura de los Salmos que estoy por recitar, tal como si los dijera el mismo rey David, que la paz sea sobre él, y que su mérito nos proteja.

 Que el mérito de los versículos de los Salmos, de sus palabras, sus letras, sus puntuaciones, sus notas musicales y los Nombres Divinos conformados por las letras iniciales y finales de cada palabra, nos proteja para expiar nuestras faltas, transgresiones y pecados.

 [Que este mérito] cercene a nuestros enemigos y acusadores, y destruya todas las espinas y cardos que rodean a la Rosa Superna, para unir a la Esposa de la juventud con Su amado, con amor, hermandad y amistad.

 Y que de allí descienda abundancia sobre todos los niveles de nuestra alma y espíritu, para purificarnos de nuestros pecados, perdonar nuestras transgresiones y expiar nuestra rebelión, y tal como perdonaste a David, que recitó estos Salmos delante de Ti, como fue dicho: "Dios apartó también tu pecado y no morirás" (Samuel II, 12:13).

 No nos retires de este mundo antes de nuestro tiempo. Hasta que completemos nuestros años que suman setenta, de modo que podamos expiar todo el daño que hayamos hecho.

 Que el mérito del rey David, que la paz sea sobre él, sea sobre nosotros y para nosotros, para que Seas paciente hasta que retornemos a Ti en perfecto arrepentimiento.

Otórganos bendiciones desde Tu tesoro de bienes gratuitos, como está escrito: "Mostraré gracia a quien mostraré gracia, y Seré misericordioso con quien Seré misericordioso" (Éxodo 33:19). Tal como cantamos delante de Ti en este mundo, otórganos el privilegio de pronunciar canciones y alabanzas delante de Ti, Adonai nuestro Dios, en el Mundo que Viene.

 Que por medio de nuestro recitado de los Salmos, se despierte la Rosa del Sharón y cante con una voz agradable, con regocijo y alegría. Que le sea dada la gloria del Lebanón, esplendor y belleza, en la casa de nuestro Dios, pronto y en nuestros días. Amén. Sela.


Antes de recitar el Tikún HaKlalí es bueno decir lo siguiente:

Al decir estos diez Salmos me unifico a todos los verdaderos Tzadikim de esta generación y a todos los verdaderos Tzadikim de las generaciones pasadas, “Los santos que están en la tierra,” y en especial a nuestro santo Rebe, el Tzadik, cimiento del mundo, “arroyo fluyente, fuente de sabiduría,” Rabí Najmán ben Feiga, (que su mérito nos proteja) quien revelara este remedio.


Venid, cantemos a Dios, clamemos de alegría a la Roca de nuestra salvación. Vayamos delante de Su presencia con agradecimiento; cantémosle a Él con alegría en un cántico. Pues Dios es un gran Dios y un gran Rey por sobre todos los dioses (Salmos 95:1-3).


Antes de comenzar los Salmos se dice:

Preparo mi boca para agradecer y alabar a mi Creador, para unificar al Santo, bendito sea y a Su Shejiná con temor y amor, por medio del Oculto y Escondido, en nombre de todo Israel.







SALMOS


16

1) Himno de David, Mijtam. ¡Protégeme, Dios, pues en Ti me refugio!
2) Tú dijiste a Dios: “Tú eres mi Amo, no Te exijo concederme el bien”.
3) En aras de los santos que yacen en la tierra y los poderosos, en mérito a ellos satisfaces todas mis necesidades.
4) Se multiplicarán las penurias de los que sirven diligentes a otra (deidad.) No participaré de sus ofrendas de sangre ni pronunciaré sus nombres con mis labios.
5) Dios es mi herencia y mi parte. Tú apoyas mi destino.
6) ¡Qué hermosa la parte que me ha tocado!; ¡qué bella, la heredad que recibí!
7) Bendeciré a Dios Que me aconsejó; también por las noches mi conciencia me insta.
8) Siempre he puesto a Dios ante mí, porque estando Él a mi derecha no vacilaré.
9) Por eso se regocija mi corazón y se alegra mi alma; también mi cuerpo descansa tranquilo;
10) pues no abandonarás mi alma al abismo, ni permitirás que Tu devoto sea testigo de la destrucción.
11) Me harás conocer la senda de la vida, la profusión de alegrías en Tu presencia, las delicias que siempre están a Tu Derecha.


32

1) De David. Maskil. ¡Feliz de aquél cuya transgresión ha sido perdonada y su falta, indultada!
2) ¡Alabado el hombre a quien Dios no imputa la transgresión, pues en su espíritu no hay engaño!
3) Cuando callé se deterioraron mis huesos por mi clamor de angustia todo el día.
4) Pues día y noche se agravaba Tu mano sobre mí, mi frescura se hizo como sequía de verano. Sela.
5) Te hago conocer mi falta y no encubro mi iniquidad. Dije: “Confesaré mi falta a Dios” y Tú (siempre) perdonas la culpa de mi falta. Sela.
6) Por esto ora a Ti todo piadoso en el momento de su desgracia: Para que el torrente de penas no le dé alcance.
7) Tú eres un refugio para mí, de la angustia me preservas, con cánticos de liberación me envuelves. Sela.
8) Te instruiré y te enseñaré el camino en que debes andar; te enseñaré lo que mi ojo ha visto.
9) No sean necios como un caballo o una mula, que cuando son adornados deben ser refrenados con freno y riendas para que no te embistan.
10) Muchas son las agonías del inicuo, pero quien confíe en Dios estará rodeado de bienestar.
11) ¡Ustedes, los justos, alégrense en Dios y regocíjense; y canten de gozo todos los rectos de corazón!


41

1) Para el director de canto. Salmo de David.
2) Alabado quien considera sabiamente al necesitado, en el día de desgracia Dios lo librará.
3) Dios lo preservará y le dará (más) vida; dichoso será en la tierra y Él no lo entregará a la voluntad de sus enemigos.
4) Dios lo fortalecerá sobre el lecho de la miseria; incluso cuando todo su sosiego se vea alterado a causa de su abatimiento.
5) En cuanto a mí, (dije en mi abatimiento:) “Dios, apiádaTe de mí, sana mi alma pues he transgredido contra Ti”.
6) Mis enemigos hablan maldad de mí: “¿Cuándo morirá y desaparecerá su nombre?”
7) Y si (alguno de ellos) viene a verme, me habla con hipocresía; su corazón acumula maldad, y al salir afuera la divulga.
8) Susurran juntos contra mí todos mis enemigos; traman el mal contra mí.
9) (Dicen:) “Sus actos perversos son derramados sobre él; y ahora que está agonizando que nunca más se levante.”
10) Aun mi íntimo amigo, en quien yo confié, el que comía de mi pan, ha levantado su talón contra mí.
11) ¡En cuanto a Ti, Dios, apiádaTe de mí, hazme levantar y yo les retribuiré (a mis enemigos)!
12) Así sabré que Te satisfaces conmigo: que mi enemigo no cante victoria contra mí.
13) Tú me sustentas a causa de mi integridad y me haces estar erguido ante Ti (para servirTe) hasta la eternidad.
14) ¡Bendito es Dios, Elohim de Israel, por siempre y para siempre! ¡Amén y Amén!


42

1) Para el director de canto. Maskil. De los hijos de Koraj.
2) Como una cierva suplica sedienta por fuentes de agua, así mi alma clama (sedienta) por Ti, Dios.
3) Sedienta está mi alma de Dios, del Dios viviente; ¿cuándo podré venir y presentarme ante Dios?
4) Mis lágrimas han sido para mí como el pan de día y de noche, mientras a diario me enrostran irónicamente (mis enemigos:) “¿Dónde está tu Dios?, ¿por qué no viene a auxiliarte?”
5) Mi alma se derrama dentro de mí cuando me acuerdo de cómo solía avanzar junto con el gentío, caminando hacia la Casa de Dios, con cánticos de alegría y alabanzas, (formando) una festiva multitud.
6) ¿Por qué estás deprimida, mi alma, y por qué estás alterada por mí? Espera en Dios pues aún Le tengo que alabar por las salvaciones (que emergerán) de Él.
7) Dios mío, mi alma está deprimida por mí, porque me acuerdo de Ti, de la tierra del Iardén, de las alturas del Jermón, de la colina de Mitzar.
8) Un abismo llama a otro abismo al estruendo de Tus canales de agua, todas Tus cascadas y Tus olas pasaron sobre mí.
9) De día mandará Dios Su benevolencia, de noche Su canción está conmigo. ¡Una plegaria al Todopoderoso de mi vida!
10) Diré al Todopoderoso, mi Roca: “¿Por qué Te has olvidado de mí? ¿Por qué he de andar decaído bajo la opresión del enemigo?”
11) Como una espada asesina en mis huesos son las afrentas de mis enemigos, que se burlan de mí, diciéndome todo el día: “¿Dónde está tu Dios?”
12) ¿Por qué estás deprimida, mi alma, y por qué te alteras por mí? Confía en Dios, pues todavía debo alabarLe. Es mi Salvación, es la Luz de mi semblante, mi Dios.


59

1) Al director de canto. Para no ser destruido, Mijtam de David, cuando Shaúl envió (hombres) para vigilar su casa para matarle.
2) Líbrame, Dios, de mis enemigos, cuídame de quienes se levantan contra mí.
3) Líbrame de los que obran el mal y de los hombres sanguinarios sálvame.
4) Pues ellos acechan a mi alma; impudentes se juntan contra mí, y no porque yo haya transgredido o delinquido (contra ellos,) Dios.
5) Sin delito (de mi parte) corren y se preparan. ¡Despierta (Dios) en mi socorro y observa (mi sufrimiento)!
6) ¡Tú, Dios, Dios de los Ejércitos, Dios de Israel, despierta para castigar a todos esos pueblos! ¡No tengas piedad de los miserables traidores! Sela.
7) Regresan al atardecer ladrando como perros y rodeando la ciudad.
8) Miren, expresan con su boca (su deseo de acecharme,) hay espadas en sus labios, pues (según ellos,) ¿quién oye?
9) Pero Tú, Dios, Te ríes de ellos como ridiculizas a los pueblos.
10) Ante la fuerza (del enemigo) confiaré en Ti, pues Dios es mi baluarte. 11) El Dios de mi misericordia se apresurará en mi ayuda. Dios me los mostrará.
12) No los mates, no sea que mi pueblo olvide; dispérsalos con Tu poder y abátelos, Dios, Escudo nuestro.
13) (Esos castigos sean) por el pecado de su boca y por las palabras de sus labios. Sean ellos quienes caigan en la trampa de su propio orgullo, por las maldiciones y las mentiras que dicen.
14) Consúmelos en (Tu) indignación, consúmelos para que dejen de existir y se sabrá —desde todos los confines del Universo— que Dios gobierna sobre Iaacov. Sela.
15) ¡Que vuelvan cada tarde, que aúllen como perros y rodeen la ciudad! 16) Vagarán buscando qué comer y sin estar satisfechos se irán a dormir.
17) Pero yo cantaré Tu poder y me regocijaré por Tu misericordia a la mañana, pues has sido refugio y amparo para mí en el día de mi aflicción.
18) ¡Mi Fuerza, a Ti cantaré loas, porque Dios es mi refugio, Dios de mi benevolencia!


77

1) Para el director de canto, con Iedutún. Salmo de Asaf.
2) Mi voz (elevaré) a Dios y clamaré; (elevaré) mi voz a Dios para que Él me escuche.
3) En el día de mi angustia, a Dios procuré; mi herida manaba toda la noche sin cesar; mi alma rehusaba el consuelo.
4) Recuerdo, Dios, y me lamento, hablo y languidece mi espíritu. Sela.
5) Mantienes en desvelo mis ojos, estoy quebrado, no puedo hablar.
6) Medité sobre los buenos días pasados, los viejos años.
7) Me acuerdo de mi canción en la noche, medito en mi corazón y mi espíritu inquiere:
8) “¿Dios me rechazará para siempre y no volverá a amarme?
9) ¿Se ha terminado Su benevolencia para siempre, ha sellado Dios el decreto para todas las generaciones?
10) ¿Se ha olvidado Dios de la compasión? ¿Ha anulado Su piedad a causa de Su enojo?” Sela.
11) Dije: “Este cambio en la diestra del Supremo es para intimidarme.”
12) Recuerdo las obras de Iá cuando rememoro Tus prodigios de antaño; 13) medito también en toda Tu obra y comento sobre Tus actos.
14) ¡Dios, Tu camino es santificarte! ¿Qué poder es tan grande como Dios? 15) ¡Tú eres el Dios que hace maravillas! Diste a conocer Tu poder entre las naciones.
16) Redimiste con Tu brazo a Tu pueblo, los hijos de Iaacov y de Iosef. Sela.
17) Te vieron las aguas, Dios, las aguas Te vieron y temieron; los abismos también temblaron.
18) Las nubes vertieron torrentes de aguas, los cielos dieron tronadas; Tus rayos pasaron.
19) La voz de Tu trueno cual torbellino, los relámpagos alumbraron al mundo, la tierra se estremeció y se sacudió.
20) En el mar abriste Tu camino (para Tu pueblo,) y Tus sendas en las poderosas aguas. Y Tus huellas no se notaron.
21) Guiaste como rebaño a Tu pueblo por mano de Moshé y Aarón.


90

1) Plegaria de Moshé, hombre de Dios. Dios, Tú fuiste nuestro Refugio en toda generación.
2) Antes de que surgieran las montañas,
y (antes) de que Tú crearas la tierra y el mundo; para siempre, Tú eres el Todo-Poderoso.
3) Reduces al hombre a polvo y dices: “Arrepiéntanse, hijos del hombre.”
4) Pues mil años son ante Tus ojos como el día de ayer, que ya pasó, y como una vigilia de la noche.
5) Sus vidas son como las corrientes de aguas; como un sueño; por la mañana son como hierba que vuelve a brotar:
6) por la mañana florece y brota nuevamente, y por la tarde se marchita y se seca.
7) Pues en Tu ira somos consumidos y en Tu enojo somos destruidos.
8) Pusiste nuestras iniquidades delante de Ti, nuestros pecados ocultos ante la luz de Tu rostro.
9) Pues todos nuestros días van pasando en Tu ira; nuestros años transcurren como un suspiro.
10) Los años de nuestra vida son setenta, y con mayor vigor ochenta; y el poder (del hombre) en ellos es sólo esfuerzo y sufrimiento, pues pasan rápido y se van como en vuelo.
11) ¿Quién puede conocer la intensidad de Tu ira? De acuerdo con el temor a Ti, así es Tu ira.
12) Enséñanos, pues, a contar nuestros días, y lograremos un corazón sabio. 13) Retorna, Dios, ¿hasta cuándo? Apiádate de Tus servidores.
14) Sácianos cada mañana de Tu misericordia y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.
15) Alégranos de acuerdo con los días que nos afligiste, por los años que vimos el mal.
16) ¡Que Tu obra sea revelada a Tus servidores y sobre los hijos de ellos repose Tu esplendor!
17) Que el deleite de Dios, nuestro Dios, esté sobre nosotros. Que (Él) haga prosperar la obra de nuestras manos, que el trabajo de nuestras manos prospere.


105

1) Alaben a Dios, proclamen Su Nombre, hagan conocer Sus hazañas entre los pueblos.
2) Cántenle a Él, entonen alabanzas a Él, hablen de todas Sus maravillas
3) Glorifíquense en Su santo Nombre, que se alegre el corazón de los que buscan a Dios.
4) ¡Procuren a Dios y Su poder, procuren siempre Su Presencia!
5) ¡Recuerden las maravillas que Él hizo, Sus prodigios y los pronunciamientos de Su boca.
6) (Recuerden todo eso) simiente de Abraham, Su servidor; hijos de Iaacov, escogidos Suyos!
7) Él es Dios, nuestro Dios; sobre toda la tierra están Sus juicios.
8) Recuerda por siempre Su pacto, la Palabra que Él ordenó a miles de generaciones;
9) (pacto) que hizo con Abraham y Su juramento a Itzjak.
10) Él lo estableció para Iaacov como estatuto y para Israel como pacto eterno.
11) Dijo Él: “A Ti te daré la tierra de Canaan, la parte de la herencia de ustedes”,
12) cuando ellos eran apenas un pequeño número y extraños en ella.
13) Deambularon de nación en nación, de un reino a otro pueblo,
14) (pero Él) no permitió que hombre alguno les dañara y en consideración a ellos advirtió a reyes, (diciendo:)
15) “¡No toquen a Mis ungidos y a Mis profetas no dañen!”.
16) Cuando Él decretó hambre sobre la tierra, destruyó toda fuente de pan; 17) antes de que descendieran envió (a Egipto) un hombre, Iosef, que fue vendido como esclavo.
18) Sujetaron sus pies con grillos, su alma fue encadenada con hierros.
19) Hasta el momento de materializarse Su Palabra, el decreto de Dios lo purificó.
20) El faraón, gobernador de pueblos, ordenó liberarlo y le dejó ir libre.
21) Lo designó amo de su palacio y apoderado de toda su hacienda,
22) para encarcelar a sus príncipes a su voluntad y transmitir sabiduría a sus ancianos.
23) Así Israel vino a Egipto y Iaacov habitó en la tierra de Jam.
24) Y (Dios) hizo fructificar mucho a Su Pueblo y lo hizo más poderoso que sus opresores.
25) (Entonces) Él hizo que el corazón de ellos odiase a Su pueblo y tramasen contra Sus servidores.
26) Envió a Moshé, servidor Suyo, y a Aarón, a quien Él escogiera,
27) e hicieron ante ellos los prodigios de Sus señales y maravillas en la tierra de Jam.
28) Envió tinieblas que oscurecieron (todo) y ellas no se rebelaron contra Su palabra.
29) Transformó sus aguas en sangre y mató sus peces,
30) la tierra de ellos produjo ranas en profusión (que llegaron incluso) a las cámaras de sus reyes.
31) En acatamiento a Su orden llegaron hordas de animales salvajes y piojos dentro de sus fronteras.
32) Convirtió la lluvia de ellos en granizo, y llamas de fuego en su tierra. 33) Golpeó sus vides y sus higueras y quebró los árboles dentro de sus fronteras.
34) (Él) ordenó que vinieran un sinnúmero de langostas y saltamontes.
35) Y devoraron toda la hierba de su tierra y el fruto de sus campos.
36) Y golpeó a todos los primogénitos en su tierra, las primicias de su vigor.
37) Y sacó (a Israel) con plata y oro sin que hubiera débil alguno en sus tribus.
38) Egipto se alegró con la partida, pues el temor por Israel se apoderó de ellos.
39) Extendió una nube para protegerlos y fuego para iluminar en la noche.
40) Ellos pidieron y Él hizo venir la codorniz y con el pan del cielo los sació.
41) Él abrió una roca y manaron las aguas, que corrieron como un río por el desierto.
42) Pues tuvo presente Su sagrada promesa
a Abraham, Su servidor:
43) Sacó a Su pueblo con alegría, con cantos de alegría a Sus elegidos.
44) Les dio las tierras de las naciones y tomaron posesión del esfuerzo de los pueblos.
45) Para que pudiesen preservar Sus estatutos y observar Sus enseñanzas. Haleluiá.


137

1) Junto a los ríos de Bavel, allí nos sentamos y también lloramos acordándonos de Sión.
2) Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas,
3) pues allí nuestros captores nos pedían canciones y nuestros opresores nos pedían música alegre: “¡Canten para nosotros una de las canciones de Sión!”.
4) Pero ¿cómo podemos cantar la canción de Dios en suelo extraño?
5) ¡Si me olvidase de ti, Ierushaláim, que mi mano derecha olvide su habilidad!
6) ¡Que mi lengua se pegue a mi paladar si no te recordara, si no recordase a Ierushaláim en mi regocijo!
7) Acuérdate Dios (contra) los edomitas el día de (la destrucción de) Ierushaláim, cuando dijeron: “¡Arrásenla, arrásenla, hasta los cimientos!”.
8) ¡Bavel, que has de ser arrasada, alabado aquél que te retribuya lo que hiciste con nosotros!
9) ¡Alabado aquél que tome y estrelle tus niños contra la peña!


150

1) ¡Haleluiá!, ¡Alaben a Dios en Su Santuario! ¡Alábenle en el firmamento de Su poder!
2) ¡Alábenle por Sus prodigios! ¡Alábenle conforme con Su abundante grandeza!
3) ¡Alábenle al son del shofar! ¡Alábenle con nabla y lira!
4) ¡Alábenle con panderetas y danzas! ¡Alábenle con órgano y flauta!
5) ¡Alábenle con platillos resonantes! ¡Alábenle con trompetas altisonantes!
6) ¡Que toda alma alabe a Dios! ¡Haleluiá! 




Luego de recitar el Tikún HaKlalí es bueno decir la siguiente plegaria del Likutey Tefilot:

 "Cantaré a Dios con mi vida; haré música para mi Dios mientras yo exista. Que las palabras de mi plegaria sean dulces para Él, yo me regocijaré en Dios".

"Agradezcan a Dios con arpa, y melodías con la lira de diez cuerdas". "Dios, permíteme cantar una nueva canción para Ti".

"Cantaré para Ti con instrumento de diez cuerdas, con el arpa de diez cuerdas; dulce melodía con la lira. Porque Tú me has hecho regocijar, oh Dios, con Tus acciones. Cantaré de alegría por las obras de Tus manos".


 Señor del Universo. Amo de todo. Creador de todas las almas. Señor de todo lo que existe. Dios que elige la música y la canción:

¡Oh Dios, Ayúdame!

 Tu amor es desbordante, Tu generosidad nunca cesa. Hazme digno de despertar las diez clases de canciones con las cuales fue compuesto el Libro de los Salmos; hazme digno de ver reveladas estas clases de canciones.

 Te ruego:

 En el mérito de los diez salmos que he recitado delante de Ti, correspondientes a las diez clases de canciones, Ashrei, Berajá, Maskil, Shir, Nitzuaj, Nigún, Tefilá, Hodá, Mizmor, Haleluiá.

 En el mérito de estos salmos, de sus versículos, de sus palabras, de sus letras, de sus vocales y de sus notas musicales.

 En el mérito de los Santos Nombres conformados por las letras iniciales y finales de cada palabra.

 En el mérito del rey David, que la paz sea sobre él, junto con los diez Tzadikim que compusieron el Libro de los Salmos.

 En el mérito del Tzadik, cimiento del mundo, Rabí Najmán, el hijo de Feiga (que su mérito nos proteja), quien reveló que estos diez salmos tienen el poder de restaurar la pureza del Pacto, y quien ordenó que debíamos decirlos.

 Y en el mérito de todos los verdaderos Tzadikim y de todos aquellos verdaderamente piadosos:

 Apelo ante Ti, cuyo amor es desbordante: hazme digno de liberar las gotas de simiente que alguna vez han salido en vano de mí, así sea de manera no intencional o deliberada, accidental o voluntariamente... (Si uno ha experimentado una emisión la noche anterior, debe agregar: y permíteme liberar todas las gotas que han salido de mí anoche, como resultado de la polución que me sucedió debido a mis muchos pecados).

 Tú eres pleno de amor y de piedad. Tú posees abundante fortaleza y poder. Permíteme liberar estas gotas del poder de las klipot y de las fuerzas del mal, sea donde fuere que hayan caído, no importa cuán lejos se hayan dispersado. Que los expulsados no sean marginados de Ti. Quiebra, humilla, elimina, desarraiga, destruye y anula todas las klipot y las fuerzas y espíritu del mal que fueron creados, formados y traídos a la existencias por esas gotas que salieron en vano de mí. Quítales su fuerza vital. Sácales la vitalidad sagrada y las chispas de luz que han tragado.

 Señor del Universo. Dios vivo y eterno. Vida de toda vida:

Oh Dios, Tú eres pleno de amor. Constantemente juzgas al mundo en la escala del mérito. Tu deseo es de amor. El poder de Tu bondad es inmenso.

Padre mío, padre mío. Quien ayuda y redime.

 Yo sé, oh Dios, que yo mismo soy el culpable. Yo sé que he fallado. Porque incluso si la polución sucedió de manera no voluntaria, fue resultado de no haber cuidado mis pensamientos. Tuve pensamientos y fantasías durante el día, y es por eso que llegué a impurificarme durante la noche. Es por eso que hice el daño que hice, causando lo que causé y destruyendo lo que destruí. Mi alma. Mi pobre alma. Yo mismo me he infligido el mal.

¿Qué puedo decir? ¿Cómo puedo justificarlo? ¡Dios ha descubierto mi pecado! Aquí estoy frente a Ti, cargado de culpa, lleno de vergüenza y de bochorno, pleno de suciedad, de inmundicias y de vil impureza. No hay palabras para la indecible lástima de mi situación. Qué terrible. Qué amargo. La herida llega hasta el alma misma. Qué grande es mi amargura, ¡Padre en el cielo! ¡Qué grande es mi tormento, Señor de todos los mundos! Contempla mi suspirar y mi gemido. Pues mi alma está muy amargada. No sé cómo voy a vivir debido a la terrible aflicción de mi alma, que se eleva hasta las alturas de los cielos. Estoy asqueado de mi vida. ¿Qué sentido tiene una vida como ésta? Oh, alma mía, has bebido y vaciado la copa del dolor.


 Señor del Universo, Tú solo conoces el verdadero grado del daño que ha sido hecho en todos los mundos debido a esto. ¿Cómo puedo repararlo? ¿Cómo puede una persona simple como yo expiar lo que he arruinado?

 Pero aun así, yo sé y creo con una fe perfecta que no existe en el mundo la desesperanza, de modo que aún tengo esperanzas. No he perdido mi fe en Dios, porque el amor de Dios nunca se acabará, ni se agotará Su piedad.


Oh Señor mi Dios y Dios de mis padres. Dios de Abraham, Dios de Itzjak, Dios de Iaacov. Dios de todos los verdaderos Tzadikim y de los realmente piadosos. Dios de todo Israel, Dios del primero y del último - he venido ante Ti para pedirte que tengas piedad de mí. Hazme andar en Tus estatutos y guardar Tus leyes. Haz que mi inclinación se someta ante Ti. Retira de mí la mala inclinación, ahora y para siempre. Protégeme y líbrame de toda clase de malos pensamientos y fantasías. Haz que deje de abusar de la facultad de la vista y del habla. Líbrame de toda posible forma de descuidar el Santo Pacto, así sea con el pensamiento, con el habla o con la acción. Quédate siempre conmigo. Guárdame y protégeme de la polución, tanto de día como de noche, de ahora y para siempre.

 Padre y Rey. Dios vivo y eterno. Redentor. Ante Ti extiendo mis manos. Líbrame. Sálvame. Libra a aquéllos que están en las garras de la muerte. Salva a uno perseguido y culpable como yo. Dame la esperanza de que no me perderé, Dios no lo permita. "¿Qué ganancia hay en mi sangre derramada o si desciendo a la destrucción? ¿Acaso el polvo Te reconocerá o hablará de Tu verdad?".

 Mis ojos se elevan hacia las alturas. En esta opresión, Señor, sé Tú mi garante. Señor, sé Tú el sostén de Tu siervo para bien. Que no me opriman los arrogantes. No tengo fuerzas, a no ser la fuerza de mi boca - para pedir por Tu ayuda. No tengo adónde volverme por refugio. No tengo a nadie en quien confiar, excepto Tú.

 ¿En quién o en qué puedo apoyarme? ¿Con qué puedo contar? Sólo en la fortaleza de Tu constante generosidad, en Tu abundante amor y en Tu eterna magnificencia. Y en la fuerza y el mérito de los Tzadikim, que guardaron el Pacto con absoluta pureza, una pureza que no tiene igual. Sobre ellos me apoyo para sostén. En su mérito confiaré y pondré mi esperanza. Porque Tú no abandonarás mi alma en el infierno. No permitirás que Tú piadoso vea la destrucción.

¡Oh, Dios, líbrame! Mira mi miseria, arrojado como estoy en medio del mar. "Un abismo llama a otro abismo al estruendo de Tus canales de agua; todas Tus cascadas y Tus olas pasaron sobre mí". Mis enemigos me han atrapado como a un pájaro, y por nada. Ellos me han arrojado al foso y han arruinado mi vida. Han tirado suertes sobre mí. Las aguas han pasado sobre mi cabeza. Estoy marginado. Desde la profundidad de la fosa clamo Tu nombre, oh Dios, desde la profundidad de la fosa clamo Tu nombre.


 Señor del Universo. Dios que derramas amor y generosidad. Dios pleno de magnificencia, de bondad y de favor. Es nuestro deber llamarte siempre. Aquí estoy, guardando mi compromiso. Clamo a Ti desde este degradado lugar, desde este sitio de vergüenza. Clamó a Ti desde las profundidades, desde lo más hondo del abismo. "Desde mi angustia clamé a Dios, el Señor me respondió con largura".

 Es verdad: hemos caído muy bajo debido a todos nuestros pecados. Y ahora que estamos en los umbrales de la llegada del Mesías, hemos caído a los lugares más bajos y viles, donde Israel nunca antes descendió, como está escrito: "Ella cayó asombrosamente, no hay ayuda que la consuele". Es verdad: y aun así, pese a ello, no perdemos la esperanza, Dios no lo permita, de ninguna manera. Porque desde hace mucho Tú nos prometiste sacarnos incluso desde las profundidades del mar. Como está escrito, "Dios dijo: Yo los traeré de Bashán, los devolveré desde las profundidades del mar". Y está escrito, "Aunque se encuentren en la tierra de sus enemigos, no los rechazaré, no los desdeñaré ni destruiré, ni quebraré Mi Pacto con ellos. Porque Yo soy el Señor su Dios".

 Señor del Universo. Abre Tu boca a alguien mudo como yo, y envía palabras desde Tu santa morada en los cielos. Envíame las palabras que harán posible que yo pueda conquistarte, encontrar favor ante Tus ojos y conciliarte, de modo que en Tu abundante amor y generosidad Tú recibas estos diez salmos que he recitado delante de Ti como si el mismo rey David los hubiera dicho. Yo no comprendo el profundo y tremendo significado que yace detrás de las palabras de estos diez salmos. Todo lo que pude hacer fue decir las palabras. Que el haber pronunciado las palabras sea considerado ante Ti como si hubiera comprendido y tenido la intención de todos los secretos místicos y significados contenidos en ellos.


 Que mis palabras encuentren favor delante de Ti, Señor de todas las cosas. Yo arrojo mi carga sobre Ti. Me uno a todos los verdaderos Tzadikim que yacen en el polvo, a todos los santos que están en la tierra. Me uno al Tzadik, iesod olam, Najal Novea Mekor Jojmá, Rabí Najmán, el hijo de Feiga (que su mérito nos proteja). Como si ellos los hubieran dicho, como si ellos hubieran tenido la intención en estos diez salmos. A través de su mérito y fortaleza pueda yo ser digno de despertar y ver reveladas las diez clases de canciones con las cuales está compuesto el Libro de los Salmos: la canción simple, la canción doble, triple y cuádruple. Todas ellas están contenidas en la unidad de Tu gran y Santo Nombre.


 Cuando las letras de los dos santos nombres El y Elohim se deletrean plenamente, suman en guematria el valor de 485, que corresponde a la guematria de la palabra Tehilim. En mérito a estos dos nombres, hazme digno de liberar todas las gotas de simiente que se han desperdiciado en el vientre de la klipá, que las ha consumido. Pues el nombre de la klipá también suma 485, dado que esta klipá es la contraparte del santo Libro de los Salmos. Mediante la fuerza de estos diez salmos despierta el poder de estos dos santos nombres, El Elohim, y aniquila, destruye, humilla, desarraiga y anula a la klipá que consumió las santas gotas de simiente. Fuérzala a vomitarlas a todas de su vientre. Borra del mundo su nombre y memoria. Cumple con lo que está escrito: "Tragó el valor, pero tuvo que vomitarlo. Dios lo sacó desde su mismo vientre".


 Aniquila todas las klipot que llegaron a la existencia a través de estas gotas. Sácales toda la santa vitalidad que han capturado. Libra todas las chispas de santidad que hayan sido consumidas debido a este pecado, devuélvelas y reúnelas nuevamente en santidad. Haznos dignos de aceptar sobre nosotros el yugo del reinado del cielo con amor, siempre. Que todos nuestros días nos ocupemos de Torá, de plegaria y de buenas acciones, en verdad y con todo nuestro corazón. Podamos crear cuerpos, recipientes sagrados, para todas las almas que han quedado desnudas debido a nuestros muchos pecados y a través del daño causado por la emisión en vano de las gotas de simiente.


 Señor del Universo, de absoluto poder y abundante en fortaleza: Haz lo que debas hacer para que seamos dignos de deshacer el daño al Pacto y el daño a nuestro intelecto, tanto si fue hecho de manera voluntaria como involuntaria, bajo presión o intencionalmente. Dios de perdón, perdóname. En Tu gracia estás dispuesto a perdonar. Permítenos restituir completamente lo que fue dañado, podamos verlo restaurado en nuestra vida a través del mérito de los santos Tzadikim que están en la tierra...

 Cuando esta plegaria se recita ante la tumba del Rabí Najmán, se dice lo siguiente:

(...y mediante el mérito del Tzadik que aquí yace, el Tzadik, iesod olam, Najal Novea Mkor Jojmá. He viajado muchos kilómetros y transitado un camino muy difícil para poder venir y orar ante la tumba del santo Tzadik que aquí yace, que nos ha prometido por su misma vida que él estaría dispuesto a ayudarnos en todo momento, si veníamos a su santa tumba, dábamos un centavo para caridad y recitábamos estos diez salmos. Yo he hecho mi parte. Ahora haz Tu parte).


 Perdóname y límpiame de todos los pecados y transgresiones que he cometido contra Ti con mis doscientos cuarenta y ocho miembros y mis trescientos sesenta y cinco tendones, tanto con el pensamiento, con la palabra o con la acción, con mis cinco sentidos y con todas las otras facultades de mi cuerpo, especialmente los pecados que he cometido en abuso del Santo Pacto que es el epítome de toda la Torá. He hecho lo que es malo a Tus ojos desde mi juventud hasta el día de hoy. Perdóname por todo, Dios de Amor. Restaura todos los Santos Nombres que he dañado. Hazlo en aras de Tu gran nombre. "Lávame de mi pecado, purifícame de mi transgresión. Límpiame con hisopo y seré puro. Lávame y seré tan blanco como la nieve. Permíteme escuchar regocijo y alegría. Que mis quebrados huesos se alegren. Oculta Tu rostro de mi transgresión y borra todos mis pecados". Borra todas mis transgresiones en aras de Ti, como está dicho, "Yo, Yo Mismo soy Quien borra todas tus transgresiones, en aras de Mí Mismo. No recordaré tus pecados". Muéstrame amor y ayúdame en todo momento a través del mérito y la fuerza de los verdaderos Tzadikim. Cuídame siempre y líbrame. Dame la fuerza para dominar mi inclinación, subyugar y quebrar mi deseo, y entonces no repetiré el daño que he hecho, no volveré a hacer aquello que es malo a Tus ojos, no volveré a esta locura. Porque con amor nos has dado Tu promesa de que la plegaria y el ruego pueden ayudar a librarnos de la mala inclinación y de todo lo que está unido con ella. (Junto a la tumba del Rabí Najmán, decir: Y aquí, de pie junto a este lugar santo, Te pido que me ayudes en el mérito de los Tzadikim enterrados aquí).


 Ten piedad de mí y dame la fuerza para dominar siempre mi inclinación. Entonces al final, a través de Tu ayuda y de Tu amor, seré digno de alejarla y anularla completamente.

 Mi vida ha transcurrido en la miseria; mis años, en suspiros. Mi fuerza ha sido consumida por mi pecado, mis huesos están secos. No tengo fuerza para sostenerme. Apiádate de mí, Padre mío, Padre bondadoso, ten piedad de mí. Tú escuchas nuestras plegarias. Ten piedad de mí y muestra compasión. Tú escuchas nuestros clamores, nuestros gemidos y nuestros gritos. ¡Ten piedad! ¡Ten piedad! ¡Líbrame! ¡Líbrame! Que mi sangre no sea vertida por el suelo delante de Ti. No envíes mi alma a la destrucción. Sálvame de este derramamiento de sangre, oh Dios, Dios de mi salvación. Que mi lengua exalte Tu rectitud. Tu amor es desbordante, Tu generosidad no tiene fin. Ten piedad de mí, que Tu compasión se conmueva y Tu magnificencia se despierte hacia un alma tan patética y cargada de vergüenza como la mía, perseguido como soy, inmundo con el pecado como estoy, demente y sin sentido como estoy. Sólo a Ti mis ojos se dirigen, sólo en Ti tenemos nuestra esperanza. Mis ojos miran hacia las alturas. ¡Ayúdame Dios, sálvame! Por favor, ten misericordia y apiádate de mí y sálvame. Hazme retornar a Ti con un perfecto arrepentimiento, en verdad y con todo mi corazón. Hazme digno de ser como Tú quieres que sea, desde ahora y para siempre. Dame vida, Dios de amor, y yo observaré el testimonio de Tu boca. "Crea en mí un corazón puro, Dios, y renueva mi fuerza y mi espíritu".


 Señor, nuestro Dios y Dios de nuestros padres, Señor de la felicidad y la alegría, delante de Quien no hay tristeza, como está escrito: "Esplendor y majestad están delante de Él, fortaleza y alegría en Su lugar". Dios firme en amor, sea Tu voluntad ayudarme y hacerme digno de estar siempre alegre. Tú que das alegría a los angustiados de corazón, trae alegría a mi quebrado espíritu, lleno como está de vergüenza, cansancio, sed y hambre de Ti. Retira de mí la tristeza y la pena. Regocija el alma de Tu siervo. Pues hacia Ti, Dios, elevo mi alma. "Tú me enseñas el sendero de vida, en Tu presencia hay verdadera alegría y regocijo, en Tu diestra hay agrado y eterna satisfacción". "Dame la alegría en Tu salvación, susténtame con un espíritu generoso". Satisfáceme con Tu bien, regocija mi alma con Tu salvación y purifica mi corazón para servirte en verdad. "Despierta, mi gloria, despierta, arpa y lira. Yo despertaré el alba".


Hazme digno de las diez clases de canciones santas que tienen el poder de deshacer y corregir el daño al santo Pacto, tal cual está escrito: "Bendeciré a Dios que me aconsejó; también por las noches mi conciencia me insta". "De David. Maskil. ¡Feliz  de aquél cuya transgresión ha sido perdonada y su falta indultada!". "Casa y riquezas son la herencia de los padres; pero una esposa prudente proviene del Señor". "De día mandará Dios Su benevolencia; de noche Su canción está conmigo. ¡Una plegaria al Todopoderoso de mi vida!". "Al director de canto. Para no ser destruido, Mijtam de David, cuando Shaúl envió para vigilar su casa para matarle". "Me acuerdo de mi canción en la noche, medito en mi corazón y mi espíritu inquiere". "¿Puede aquello que no tiene sabor ser comido sin sal? ¿Hay sabor en la clara del huevo?". "No sea que des tu gloria a otros y tus años al cruel". "Y él no dijo dónde está mi Dios, mi Hacedor, quien da canciones en la noche". "El encanto es engaño y la belleza no vale nada. La mujer temerosa de Dios, es la que debe ser alabada". Y está dicho: ¡Haleluiá!, ¡Alaben a Dios en Su Santuario! ¡Alábenle en el firmamento de Su poder! ¡Alábenle por Sus prodigios! ¡Alábenle conforme con Su abundante grandeza! ¡Alábenle al son del shofar! ¡Alábenle con nabla y lira! ¡Alábenle con panderetas y danzas! ¡Alábenle con órgano y flauta!  ¡Alábenle con platillos resonantes! ¡Alábenle con trompetas altisonantes!
¡Que toda alma alabe a Dios! ¡Haleluiá!


 Señor del Universo, haz sonar la trompeta de nuestra libertad, y levanta la enseña para reunir a nuestros exilados. Acerca a aquellos de nosotros que estamos dispersos entre las naciones, y reúne a los distantes desde los extremos de la tierra. Junta a nuestros marginados de los cuatro confines de mundo y tráelos a nuestra tierra, cumple en nosotros el versículo, como está escrito: "El Señor tu Dios los hará retornar de su cautiverio, les mostrará amor, los hará volver y los reunirá de todos los pueblos en los cuales el Señor tu Dios los ha dispersado. Si alguno de ustedes estuviera marginado y abandonado en los cielos más lejanos, incluso de allí el Señor tu Dios los reunirá. Él los traerá a las tierras que heredaron vuestros padres y se las dará como herencia y les hará bien y los multiplicará más que a sus antepasados". Y está dicho: "El Señor Dios, que reúne a los marginados de Israel, proclama: Yo juntaré más aún que los que ya están reunidos". Y está dicho: "Dios construye a Jerusalén y reúne a los marginados de Israel".


 Apúrate a liberarnos, trae nuestro Recto Mashíaj, reconstruye el santo y glorioso Templo y llévanos a Sión, Tu ciudad, con alegría, a Jerusalén, a la Casa de Tu santuario, en eterno regocijo, como está escrito: "Los redimidos de Dios volverán y vendrán a Sión con alegría, con eterno regocijo sobre sus cabezas. Encontrarán felicidad y alegría. Cesarán la tristeza y la pena". Y está dicho: "Porque irán con alegría y en paz serán guiados. Las colinas y las montañas irrumpirán en alegría delante de ustedes y aplaudirán todos los árboles del bosque".

 Y está dicho: "Pues Dios ha consolado a Sión, Él la ha consolado en todos sus lugares desechados. Él ha hecho sus desiertos como el Paraíso, y sus tierras salvajes como el Jardín de Dios. Regocijo y alegría estarán en ella, gratitud y sonidos de canciones". "Alégrate, oh recto, y regocíjate en Dios. Alégrense todos los rectos de corazón. Luz hay sembrada para el justo; alegría para el recto de corazón. Regocíjense, rectos, en Dios, y agradezcan su Santo Nombre". Amén. Amén.


 Señor del Universo. Causa de todas las causas. Tú eres supremo. Tú estás más allá de todo. No hay nada más por sobre Ti. No hay pensamiento que pueda comprenderte, de manera alguna. Ante Ti el silencio es alabanza, pues Tú eres exaltado por sobre todas las bendiciones y elogios.

 Sólo a Ti te busco. Sólo a Ti ruego. Abre un sendero amplio que descienda desde Ti, a través de todos los mundos, nivel tras nivel, hasta llegar a nivel, el lugar en donde me encuentro ahora, tal cual Te es revelado. Pues Tú conoces incluso los secretos más ocultos. Y a través de este sendero, de este camino, envíame Tu luz para hacerme retornar a Ti en un arrepentimiento verdadero y perfecto, de acuerdo con Tu voluntad y siguiendo el camino elegido por los verdaderos Tzadikim.

 Que nunca tenga un solo pensamiento impropio en mi mente, ni una idea contraria a Tu voluntad. Que siempre esté unido a Ti con pensamientos puros, claros y santos, buscando conocer Tu grandeza y estando cerca de Tu Torá. Inclina mi corazón a Tus testimonios y dame un corazón puro para servirte en verdad.

 Llévame desde las profundidades del mar hacia una gran luz. Ayúdame pronto. Porque la salvación de Dios puede llegar en un abrir y cerrar de ojos. Que sea iluminado con la luz de la vida todos los días de mi vida sobre esta tierra. Entonces seré capaz de renovar mi juventud e infundir vida y santidad a todos los días que han pasado en la oscuridad. Que pueda dejar este mundo tal como vine: sin pecado.

 Que sea digno de contemplar la belleza del Señor y visitar Su palacio, donde todas las cosas declaran "¡Gloria!". Amén. Sela.